COLUMNA LO MÁS IMPORTANTE DE LO MENOS IMPORTANTE
Por: Cristian Palomares Foto: Club Santos 12 de noviembre de 2024
Se terminó por fin la participación del Santos Laguna en la temporada, en un duelo por el título del equipo del torneo, el equipo de la Comarca resultó el ganador, por lo menos obtuvo una distinción este año, en un juego plagado de errores por ambas escuadras, donde se notaba el mal ritmo con el que contaban los planteles, Querétaro, aprovechó los errores del Santos para levantarse con la victoria.
Resultó siendo por segunda ocasión, su capitán, unos de los pocos hombres que dieron la cara por equipo, el que terminara enterrando a sus compañeros con grotesco error, no sé si pecó de soberbia, exceso de confianza o creyó que esa finta estilo el “Chanfle” iba lograr dejar fuera de la jugada a un ex jugador del equipo, Ronaldo Cisneros, que al aprovechar la falla del arquero, pidió perdón a la afición guerrera por el gol y Acevedo, no tuvo más que levantar la mano en señal de disculpa.
Un partido donde se hizo presente la constante del equipo, juegan unos buenos minutos al principio, inclusive se pudieron ir arriba con un gol del joven central Gio Pérez, una de las pocas cosas rescatables que presentó el equipo lagunero esta temporada, inclusive por momentos lograron desplegar un futbol agradable, buenos pases entre líneas de otro joven rescatable, el pequeño Luis Gutiérrez, que en dos ocasiones logró poner a sus compañeros de cara al arco, pero ninguno pudo definir de manera correcta.
Después la constate, cae el empate, algún ajuste y el equipo se descompone de una manera significativa, comienzan las desatenciones los errores y las peleas en el campo, que se han vuelto la única manera de sacar la frustración de los jóvenes jugadores del Santos.
Y de esa manera terminó año de pesadilla para la escuadra lagunera, en el marco del 41 aniversario, número que en tono de broma dentro de la picardía mexicana, se ha nombrado como el número maldito, Santos tuvo a mal en tomarlo como tal, realmente fue un año lleno de eventos desafortunados para el equipo, haciendo alusión a la ley de Murphy que nos dicta, “que si algo puede salir mal, saldrá mal”, pues bueno, realmente este año pasó, dejando de la lado la cita cronológica de los hechos.
Comenzamos con el lamentable fallecimiento de una aficionada de Monterrey en las inmediaciones del estadio a manos de un grupo de personas a las cuales no se les puede llamar aficionados, sino delincuentes. Sin duda uno de los eventos que dejarán una mancha en el futbol mexicano por siempre, también se presentó el doping del que era el mejor jugador al momento del equipo, el colombiano Harold Preciado, sin duda un gran golpe al ánimo de la plantilla lagunera, ya de entrada se quedaban sin goleador para encarar el torneo.
Llegó también la gran incertidumbre al entrar en un pleito legal con un monstruo corporativo como lo es Disney; cuenta la leyenda que hasta algunos socios comerciales retiraron su apoyo al equipo al pensar que dicha batalla estaba perdida de entrada, el equipo dejó producir en todos los aspectos, ya que una batalla legal de esa índole requiere de bastantes recursos para ser librada, de por sí, el equipo ya había dejado de comprar jugadores y buscaba obtener préstamos con opción a compra, para poder amar el equipo.
Como cereza del pastel, llegaron la investigación del SAT, por malversación de fondos y el fracaso en la obtención de dos refuerzos, el primero el Yairo Moreno, que terminó siendo un ridículo a nivel nacional, ya que fue presentado como refuerzo, inclusive se puso los colores del club y resulto que siempre no, lo pusieron en un avión de regreso dejando ver la falta de planeación y comunicación que se vive en el club. La segunda, la de Emerson Rodríguez, jugador que torneos anteriores había jugado para el equipo, pero al no querer efectiva la opción de compra, regresó a la escuadra de Miami para hacer pretemporada, al no entrar en planes del equipo, fue cedido de nueva cuenta al Santos, pero una discrepancia en el salario puso fin a las negociaciones, dejando de nuevo mal parada a la institución albiverde, y así se fueron cayendo uno a uno todos los nombres en la lista de Nacho Ambriz, el único refuerzo que se logró concretar, si se le puede llamar así, fue el de José Juan Macias, el cual se la vivió lesionado desde su llegada a Torreón, ya con esas credenciales además de Nacho Ambriz ¿Quién iba querer arriesgar su prestigio por vestir los colores del Santos?
La temporada fue el producto de todas aquellas malas decisiones que se han tomado en el seno santista, la falta de gestión correcta de Dante o de quien tomase las decisiones, el dejar que se partiera el vestidor, todo eso ha provocado que el camino para el equipo sea cuesta arriba y por lo menos este año ha sido como el mito de Sísifo, el cual fue castigado por los Zeus a llevar una piedra cuesta arriba y al llegar casi a la cima, la piedra rodaba hacia abajo y obliga a Sísifo a comenzar nuevamente, así fue este año.
El proyecto fallido de Orlegi, al querer hacer más con menos y no es que la idea sea mala, sólo que tal vez el enfoque no es el correcto. Se debe analizar que parte de los objetivos, como se ha cansado de mencionar, Aleco, “reinventarse”; el proyecto dio frutos en el pasado, pero la dialéctica ha hecho su trabajo y se necesita evolucionar, ya que lo realizado en el pasado, ya no da para triunfar en el presente, se está perdiendo el interés de la afición en la Comarca, se han registrado las peores entradas en la historia del club, si eso no prende las alarmas de Orlegi, no sé qué lo hará.
Pero como se dice en las redes sociales ´amos a calmarnos, si bien ha sido la peor temporada en la historia del club, no ha sido la única vez que tocamos fondo en la tabla general, en el invierno del 97 y en la apertura del 2006, también se quedó en ultimo lugar de la tabla y con jugadores con la talla de, Gabriel Caballero, Jared Borgetti, Oribe Peralta, Pony Ruiz y El “Lorito” Jiménez, este último, curiosamente padre de Tahiel Jiménez, actual promesa del cuadro lagunero, se podría decir que arrastra la maldición familiar, espero también herede el ser campeón con el Santos.
No es la primera vez y tal vez tampoco la última vez que se visite el fondo de la tabla general, tengo la firme creencia que como anteriormente se ha hecho, el cuadro lagunero se levante de nueva cuenta, para regresar la emoción y la pasión a la afición lagunera, queda mucho trabajo por hacer, muchas ruinas que levantar, y ahora sí, mi joven Aleco, te toca el trabajo de reinventar este club y regresarlo a ese prestigio que una vez se tuvo y tomó tanto esfuerzo en construir, por lo pronto seguiremos escribiendo de lo más importante de lo menos importante.