COLUMNA: LO MÁS IMPORTANTE DE LO MENOS IMPORTANTE Por: Cristian Palomares
01 octubre de 2024
Un viernes previo al partido contra San Luis, decidimos ir a dar una vuelta por la feria de la Torreón, cabe mencionar que la única novedad en ella, son los costos cada vez más elevados que tienen, para las atracciones de siempre, pero ese no es el punto.
Caminando por los pasillos de dicho recinto, pude observar entre la multitud que aún hay personas que portaban el jersey albiverde, por lo general personas adultas, cada vez son menos los pequeños seguidores de este equipo y, cómo no lo van a ser, si desde hace algunos años el equipo no conecta con la afición, el ADN guerreo se ha ido esfumando poco a poco, y es que portar la camisa del equipo ya no es cuestión de orgullo, si no de resiliencia.
La resiliencia es la capacidad de adaptación de un ser vivo frente a un agente perturbador o un estado o situación adversa, entonces, todos aquellos aficionados que aún portamos los colores estamos en ese estado, adaptándonos y soportando hasta que vengan tiempos mejores, como ya había mencionado, desde que grupo Orlegi apostó por sumar otros equipos a su propiedad las cosas no han funcionado del todo bien, si bien pudieron lograr un bicampeonato con el Atlas y una oportunidad por ascender en el balompié ibérico, nada ha pasado después de eso, los tres equipos se encuentran en una crisis en la cual no se ve salida alguna y como versa un dicho popular “el que a muchos amos sirve, con alguno queda mal”, en este caso las tres aficiones se encuentran en disgusto con sus respectivas directivas.
Nacho Ambriz, no ha podido cambiar la mentalidad de los jugadores, no ha podido lograr eso que nombro a su llegada a Torreón, aquello de impregnar esa ideología guerrera que caracterizaba a este equipo, en pláticas con varias personas, el discurso es el mismo, “este equipo ya no lucha como los de antes” y no hablamos de aquellos de los campeonatos y finales, se refieren mejor dicho al Santos de, Dolmo Flores, Ramón Ramírez, aquellos equipos que aún siendo limitados se partían el alma dentro del terreno de juego.
No sé si sea cuestión generacional o de formación, pero los jóvenes de este plantel, que cabe mencionar, no carecen de calidad de juego, si no de carácter ante la adversidad, el mismo Ambriz en conferencia de prensa comentó: Son jóvenes, es lógico que cometan errores, lo que no entiende, es porque agachan la cabeza después de ello, entonces podemos suponer que estos jóvenes, carecen de resiliencia.
En un partido donde todo parecía ir de maravilla, el cuadro defensivo bien organizado, copando los espacios y no permitiendo al cuadro rival tener jugadas de peligro y creando por el otro lado algunas a favor, la cual una de ellas termino y en una exquisita definición del “Choco” Lozano a pase de Sordo, que robó un balón en tres cuartos de cancha y dio una soberbia asistencia al “Choco”, que demostró que lo único que necesita son balones en el área para poder hacer su trabajo, me imagino que ha de ser desesperante para un delantero no recibir balones a modo para crear oportunidades de gol, la mayoría del tiempo se la pasa bajando para crear sus propias oportunidades, ya que no contamos con jugadores que sepan leer entre líneas y anticipar los constantes movimientos del delantero.
Durante el desarrollo del partido, me planteaba la idea de que, si quieres jugar con la cantera y quieres ser creador de jugadores ¿por qué, en vez de traer a 6, 7, 8, extranjeros jóvenes, no apuestas por 4 o 5 de calidad? Jugadores probados, una columna vertebral solida que ayude a las futuras promesas a desarrollar su potencial, como lo ha hecho Pachuca y algunos otros equipos.
Se vino después el segundo tiempo y fue cuestión de que el San Luis apretara, para que en un abrir y cerrar de ojos se fueran arriba en el marcador, y llegaron los fantasmas de siempre, errores en la salida, en la marca, Acevedo tratando de ordenar al equipo y sacar todos los disparos que le realizan, no entiendo por qué Ambriz vuelve a colocar a Núñez en la alineación titular, si el joven al que debutó tras aquella expulsión absurda del mismo Núñez lo había hecho de una manera impecable, sólo él entiende ente cambio.
Hubo un pequeño lapso del partido en el que Santos tuvo la oportunidad de lograr el empate, pero las malas decisiones al ataque y la falta del tino al pasar se hicieron presentes nuevamente y cuando mejor jugaba Santos, cayó el tercer gol, el cual termino con el poco ánimo y con todas las aspiraciones del conjunto albiverde y condenó a la afición a otro fin de semana amargo y sin ver a su equipo con ligar dos resultados positivos ligados.
Por lo pronto no queda más que esperar a la próxima jornada pare ver que cara nos muestra el equipo, no queda más que, como dije anteriormente ser resilientes y esperar a que las cosas mejoren, por lo pronto aquí seguiremos hablando de los más importante de lo menos importante.