Lo más importante de lo menos importante

Nostalgia

Por: Cristian Palomares
06 de agosto 2024


Tras el paso actual del conjunto lagunero sólo nos queda evocar a la nostalgia; algo que ha
caracterizado a este equipo es la garra con la que ha enfrentado todas las vicisitudes que
se le han presentado en camino, siempre saliendo bien librado de ellas, representando de
una manera digna a la llamada Ciudad de los Grandes Esfuerzos.
Mis primeros recuerdos se dan en los años 80, era muy pequeño cuando de la mano de mi
padre acudí por primera vez al estadio Corona, uno de los estadios más austeros del fútbol
mexicano sin lugar a dudas, pero con una magia que hacía que las escuadras foráneas
tuvieran ese pequeño sobresalto al pisar la cancha del reducido estadio.
No sé si era la cercanía de la cancha con la tribuna, el horario de las cuatro de la tarde con
el sol a plomo o una afición que era un poco más comprometida con el equipo, el hecho es que todos los factores convergían para crear esa magia, para lograr lo que el Profe Maturano (que en paz descanse) denominó como “La casa del dolor ajeno”.


Fue entonces que, cuando veía recorrer por la banda derecha a Miguel Herrera, el cual
visitaba el césped la mayoría de las veces que hacía por la pelota, se dio mi primera
experiencia como observador del Santos Laguna; desde ese entonces a la fecha han
pasado por este club infinidad de figuras, técnicos y promesas del fútbol.
Ese Santos tenía brillo, esa magia de equipo grande aunque fuese un equipo relativamente joven y representante de una pequeña ciudad del norte del país.
Los primeros años de la institución albiverde fueron dedicados a subsistir; no se contaba
con los recursos y la infraestructura de aquellos equipos que eran reales contendientes a
los títulos, sin embargo, con su presupuesto, siempre encontraron la manera de ser un rival incómodo para los adversarios.


Siempre fue agradable ver jugar al Santos Laguna, pasaron por aquí los hondureños Dolmo y Juan Flores, un argentino que venía ya en los últimos momentos de su carrera, pese a eso, aún le quedaba algo de magia en sus botines, su nombre, Claudio Morresi, un jugado bajito de gran técnica. Después llegaron aquellos jugadores que comenzaron a grabar la historia ganadora del club llevándolo a su primera final, dos experimentados arqueros como Adrián Marmolejo y Olaf Heredia; Adomaitis, Apud, Ramón Ramírez, Daniel Guzmán y todo es gran equipo que logró que la gente del fútbol volteara hacia La Laguna.
Fue también mi primer corazón roto en cuanto a ilusiones futbolísticas, esa noche del 94 el cuadro de los Tecos venció a Santos con autogol de Jesús Gómez, dejando así una noche triste en la Comarca Lagunera, pero dando vida a la llamada Santosmanía. Gente abarrotó las calles de la ciudad, para festejar el logro de su equipo, una caravana interminable de personas portando los colores del equipo gritaban jubilosas por las calles de Torreón, Gómez, Lerdo y puntos circunvecinos, la leyenda de “Santooos”, era emocionante vivir esos tiempos.

De la mano de grupo Modelo llegaron los títulos y con ello la mejor época del cuadro
lagunero, el primero en 1996 con aquél gol que mi Compadre, siempre recordará como
fuera de lugar, y sí lo fue, pero desde la tribuna de sol pude ver cómo se elevó
majestuosamente… como suspendido en el tiempo Jared Borguetti, con una palomita
eterna para culminar con un cabezazo certero que terminó incrustado en el arco de Nicolás Navarro.


El júbilo de la afición no se hizo esperar, La Comarca cayó en una fiesta que duró hasta
altas horas de la noche o hasta el siguiente día, dependiendo de las personas, por fin ese
pequeño cuadro de La Laguna había conseguido su primer título del fútbol mexicano.
Cuando la administración del equipo estaba a cargo de Grupo Modelo, los Guerreros se
hicieron de cinco campeonatos; bajo la mano de Orlegi Sports, el actual propietario de
Santos Laguna, llegaron una Copa MX y una liga.
Se han vivido también problemas extra cancha, como la primera vez que la empresa
cervecera intentó deshacerse del equipo, lo vendió a un empresario de dudosa identidad,
Carlos Ahumada, quien hace unos días puso pies en tierras mexicanas para comparecer
por delitos de los cuales fue juzgado en aquél entonces. Por esa razón el equipo quedó
varado hace 20 años en aguas turbulentas, una incertidumbre total; no tenía cabeza el
proyecto y aun así fue a enfrentar una Copa Libertadores con toda dignidad, siendo víctima de uno de los robos más descarados en la historia de dicha copa, yendo a vencer al histórico River Plate a su cancha y ser hurtado en los penales, River se cansó de fallar y el árbitro de repetir hasta que el cuadro argentino ganara. Hace poco enfrentó también una demanda ante un monstruo corporativo como lo es Disney, saliendo airoso del mismo, inclusive en estos momentos se enfrenta a una investigación de
hacienda por evasión de impuestos, esperemos que también salga avante de ello, como
siempre ha salido. ¿De qué viene todo este repaso histórico del club? contestando una pregunta que le formulé a un ser muy querido para mí, ¿Cuándo dejó de ser divertido ver jugar al Santos? he visto pasar toda esta historia en primera persona, he vivido cada momento de ella, suelo ser asistente recurrente al estadio y cuando volteas a dar una revisada en el tiempo y has visto pasar tantos nombres y un estilo de juego, que aunque no siempre fuese dueño de la victoria, era emocionante ver jugar al equipo cada semana.


El actual paso de la oncena albiverde deja mucho que desear, ves un cuadro desangelado,
jugadores que no defienden la camiseta de la misma manera, los he visto hasta displicentes al momento de pelear el balón o dar un pase, juegos en los que no hay ni un tiro al arco, una jugada de peligro, ni siquiera un esfuerzo desgarrador ¿Dónde quedaron aquellos jugadores que daban la cara por el equipo? ¿Será la mala planeación, la incertidumbre de una nueva venta del equipo, la afición que cada vez está menos interesada en el mismo? Porque he tenido la fortuna de vivir una experiencia dentro de la institución, y mal, no son tratados, llegan en vuelo chárter, tienen su estacionamiento subterráneo personalizado directo a vestidores, el club se encarga de algunos temas y trámites extra cancha, ellos sólo tienen que jugar fútbol.
Por lo menos en el juego del domingo contra DC United, hubo una pequeña mejoría,
algunos disparos al arco, no se consiguió hacer gol nuevamente pero ganaron y tiraron los
penales de una manera magistral, otra vez Acevedo fue el hombre del partido, aunque ya se le ve agotado de dar la cara por el equipo, la defensa por lo menos hoy no hizo agua, se notó el regreso de Amione, que pinta para ser otro líder en el vestuario, esperemos que esta sólo sea una muy larga mala racha y el equipo logre salir adelante como siempre lo ha hecho, alguien debería explicarles a los jugadores la importancia y el sentido de pertenencia que genera el equipo a la región, y esperemos que el Santos Laguna siga siendo digno representante de la ciudad que venció al desierto, de la “ciudad de los grandesesfuerzos”, por lo pronto seguiremos escribiendo de lo más importante, de lo menos importante.