Habemus Tricampeón

COLUMNA: LO MÁS IMPORTANTE DE LO MENOS IMPORTANTE Por: Cristian Palomares 
Foto: Redes sociales Club América
 a 19 de diciembre de 2024

Tuvieron que pasar casi cuarenta años para un equipo pudiese obtener tres campeonatos de forma consecutiva en el futbol mexicano, curiosamente fue el equipo de Coapa el último en lograrlo en la década de los 80, cuando el América era amplio dominador de liga se dio esta hazaña deportiva, y lo ha conseguido de nueva cuenta en la actualidad.

De la mano de André Jardine, un técnico que llegó sin muchos reflectores y con algunas dudas de la gente del fútbol, ha escrito ya su nombre con letras de oro en la historia del club. Cuando el torneo parecía escapársele de las manos, inclusive teniendo que jugar el Play-In, la fase de repechaje en nuestro fútbol, pudo instalarse en la disputa por el título y poder levantar la tan ansiada tercera copa para el América, logrando también el décimo sexto palmarés para las vitrinas de los de Coapa, convirtiéndolo así y por mucho, en el equipo más ganador de todos los tiempos en México.

Con una MasterClass de dirección técnica, logró superar todas las vicisitudes presentadas a lo largo del torneo, logrando un excelente manejo de grupo y gestión de los jugadores, es difícil lograr que un equipo de tantas estrellas pueda acatar las decisiones estratégicas del técnico; un vestidor así, suele presentar una lucha de egos, la cual es difícil de controlar por los entrenadores, pero este no fue el caso, se permitió hacer rotación constante, al grado de dejar a su máximo goleador y capitán, Henry Martin, en la banca para la disputa de la final, los miembros del equipo respetaron sus roles y cada uno brindó lo mejor cuando fueron requeridos en el campo.

Sin lugar a dudas la final adelantada fue aquella ronda eliminación frente a Cruz Azul, que por poco los deja fuera de la final, lo estuvieron de hecho por algunos minutos, pero el hambre de triunfo, difícil de mantener después de lograr un bicampeonato, permitió que el equipo de las Águilas lograse la hombrada y pudiera avanzar a la final, a mi gusto ante un cuadro de Monterrey que dejó mucho que desear, no me explico cómo teniendo esa calidad de plantel y nombres en el banquillo, no pudieran dar una batalla digna de una final.

Si bien se adelantaron en la ida y en la vuelta, con un gol más de empuje que de talento logró ponerle algo de emoción a la final, nunca se mostró como un peligro claro para el actual campeón, sólo el español Canales, puso lo necesario para luchar por el título, no logrando contagiar a sus compañeros de eso que hace falta para ser campeón. Un Oliver Torres, que fue su refuerzo bomba en el torneo, pasó inadvertido el juego, como deambulando en la cancha, sin darse cuenta lo que estaba en disputa, porque para lograr ese sexto campeonato para Monterrey, se necesita más que talento, que de sobra lo tienen, es una de las plantillas más bastas de nuestro balompié, sólo les falto el hambre de triunfo que sí tuvo su rival para conseguir el título.

Se podrá decir lo que quieran del América, que es el equipo más odiado, que recibe ayuda de los árbitros, que compra títulos, pero hoy ha mostrado que nos duela a quien nos duela, que es el equipo más grande del fútbol mexicano.

Ya en vísperas de Navidad y con el torneo llegado a su fin, únicamente queda dejar mis mejores deseos y bendiciones para ustedes, que disfruten en familia o con su persona de estas festividades, augurar que el año venidero llegue repleto de dichas y cosas buenas para todos. El fútbol ha sido, aunque criticado por alguna personas como el mayor distractor de las masas y de las cosas que acontecen a su alrededor, pero innegable es la conexión entre millones de personas alrededor del mundo cuando la bola gira en ese rectángulo.

Se dejan fuera fronteras, credos e ideologías, tal es el caso de los soldados británicos y alemanes que luchaban en los campos de Yepes, Bélgica, cuando la noche del 24 de diciembre de 1914, en el marco de una las guerras más mortíferas de la historia, acordaron un cese a la hostilidades para jugar un partido de fútbol entre ambos batallones para festejar la Navidad, dejando así la tregua hasta final del mismo año, un solo partido de fútbol logró lo que muchas otras personas o cosas no pudieron, parar aunque sea por unos días la guerra, es sólo un juego, pero es lo más importante de los menos importante, nos leemos el 2025.