Lo más importante de lo menos importante

Columna: De todo y nada.
Por: Cristian Palomares

En la entrega anterior externaba mi deseo de que el combinado colombiano resultara ganador de la Copa América, el cual fue expresado sólo como anhelo en pos del fútbol dinámico, no como un pronóstico. Sin embargo, sucedió lo esperado realmente por las casas de apuestas, el equipo argentino logró hacerse de su segunda copa consecutiva y la decimosexta en su historia, convirtiéndose así en el máximo ganador de dicha justa; tendremos pues en la próxima “Finalissima”, nombre que se le da al encuentro entre el campeón de Europa y el de América, a los equipos más ganadores de todos los tiempos y para mí, además de Inglaterra y Francia, los máximos candidatos para obtener la copa del mundo.

Volviendo a mi deseo expreso de que Colombia ganara la Copa América, quedó en solo eso, un deseo; la estirpe ganadora de los argentinos se hizo presente, porque podrán decir que recibieron ayuda, que el camino se lo pusieron muy fácil y demás argumentos peyorativos en contra del seleccionado argentino, pero… ¡Santa madre! qué timing tienen esos chicos para anotar a la hora exacta. Colombia se hizo de las acciones la mayor parte del partido, creó, dominó, perdonó y, como la mayoría de las veces, tuvo que emerger el héroe desde el banquillo para poner el tiro de gracia al seleccionado cafetalero, hablamos de Lautaro Martínez, el chico del Inter de Milán, que por alguna razón nunca es titular, pero siempre le saca la papas del fuego a Scaloni, dejando así a millones de Colombianos con el grito de victoria atorado en la garganta, no podemos negar que aunque a muchas personas les duela aceptar, a los argentinos, en Fútbol, se les da ganar.

Por otra parte, Nacho Ambriz y su Santos Laguna que no levanta, acumuló su tercera derrota en el torneo, ciertamente, cayó ante unos de los equipos más poderosos de la liga en los últimos tiempos, los Tigres de la UANL, un equipo que en la banca tiene mejor plantilla que todo Santos y sí, era una derrota presupuestada, pero en las formas es donde está el asunto, un equipo desangelado, con cierta pinceladas de vez en cuando, un orden que poco a poco se va notando, pero que no será suficiente para lograr cosas importantes en la liga.

Esperemos que con los refuerzos ya en forma y con la verdadera pretemporada que tienen en puerta llamada Leagues Cup, se tenga una mayor idea de lo que el entrenador quiere plasmar en el campo, por lo pronto, el equipo no está para cosas grandes.

En el marco del inicio de esa liga, copa, pretemporada glorificada o ¿Qué sé yo? que se sacaron los hombres de pantalón largo, con el único fin de seguir explotando el mercado latino en las tierras del Tío Sam, tuvo lugar el encuentro entre las estrellas de ambas ligas, estrellas en su mayoría extranjeras, si supones que el fin óptimo de dicha justa, es crear una mayor competitividad y crecimiento de ambas ligas, no pueden ser representadas por foráneos o ¿Sí?

No quiere decir que esté en contra de dichos jugadores, pero sí de la calidad de los mismos, en nuestro fútbol tenemos un cupo de nueve futbolistas extranjeros y siete en cancha, esto da pie a que muchos equipos se llenen de jugadores a manera de proyecto, dejando así sin algún lugar a los jóvenes de la cantera.

Retomando el tema del encuentro, un juego por momentos atractivo que cuando la Liga MX se propuso, lo finiquitó en algunos minutos, dejando así, al argentino, Juan Bruneta, por cierto, ex de Santos, con un gol y una asistencia para ser designado el jugador partido, no dudo que el proyecto tenga potencial, sólo espero que por una vez los dirigentes de nuestro balompié defiendan un poco los intereses de nuestros equipos y se haga en un marco de equidad y en otro formato, donde también los equipos de la MLS paguen el viaje a nuestro país, porque ya les demostró Monterrey que nos es lo mismo jugar toda la copa en casa.

Hablando de ayuda a los argentinos, en los Juegos Olímpicos se dio una de las cosas extrañas en el fútbol, el seleccionado albiceleste se encontraba en desventaja ante su similar de Marruecos, y el árbitro otorgó 15 minutos de compensación, logrando así que el equipo Argentino llegase a empatar el marcador, lo cual resultó en un alboroto descomunal, reclamos airados de los marroquíes al árbitro, invasión al campo por parte de los espectadores, conatos de bronca y un drama de esos que ni en La Rosa de Guadalupe, lo cual obligó al árbitro a suspender el encuentro por un par de horas, logrando así reanudar el encuentro pasado ese tiempo, y la verdad no sé, si por vergüenza, línea directa, relaciones públicas o equis factor, se revisó la jugada del gol y se marcó un muy ajustado fuera de lugar, dejando así a los argentinos con la derrota y con el discurso de víctimas después de dicha acción, pero ¿Cómo puedes reclamar dicha acción? después de que te regalaran 15 insólitos minutos para empatar.

En fin, son las cosas que pasan en el fútbol, por lo pronto nosotros seguiremos hablando de lo que el señor Valdano hizo a bien llamar, lo más importante de lo menos importante.