La ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos de 2024 en París fue un espectáculo
memorable que entrelazó historia, modernidad y controversia en un fascinante despliegue
de creatividad. Los organizadores lograron combinar la riqueza cultural de Francia con una
audacia que no dejó indiferente a nadie, haciendo de esta ceremonia un evento digno de
análisis y reflexión.