El domingo por la tarde me pude dar cita al estadio de la Revolución, así, sin planearlo, cumpliendo la premisa de que; los mejores momentos suelen darse sin planearlo, buen clima, excelente compañía, bebida a temperatura ideal y unos pequeños algodoneros que dejaron todo en el campo, se nota cuando el jugador del deporte que sea tiene ganas de trascender.